Escapando de Bolivia
La Paz, Bolivia
En la mañana del primero de Diciembre a eso de las 4am llegué a Desaguadero. Un pueblo fronterizo entre Bolivia y Perú situado junto al Titicaca. Se encuentra a más de 4mil metros de altura y totalmente abandonado por parte de los dos gobiernos.
Tan pronto bajo del bus el frío parecía partirme los dedos y la nariz. La buena noticia era que debía esperar cuatro horas más hasta que abrieran las oficinas fronterizas. Aún mejor, no había una tienda, una panadería o cualquier lugar donde refugiarse del frío y de los pestilentes olores del lugar.
Manuel, un boliviano de alrededor de 40 años que me había acompañado en el viaje, decide ayudarme y va preguntar a unos policías bolivianos. Yo sabía que todo esto era un error, que la inocencia de Manuel me iba a costar muy caro. No tardé mucho en confirmarlo, los policías me vieron y de inmediato se me abalanzaron para una requisa.
Primero me pidieron la factura de una cámara de más de 50 años que llevaba en el morral. Luego me dijeron que debía pagar una multa de 150 bolivianos (casi 20 dolares) por "transgresión de la frontera". Además decían que no podía abandonar la comisaría hasta que no se arreglara ese asunto. Me hicieron esperarlos en el más helido patio mientras ellos hablaban por fuera de la oficina. Luego volvieron y me pidieron "una ayudita para la oficina". Yo saqué un billete de cinco dolares y les dije que esto era lo único que yo les podría dar. Insatisfechos volvieron a salir de la oficina, esta vez dejando la puerta abierta. En ese momento pasó un bus con su pregonador gritando "10 pesos a La Paz". No lo pensé y escapé de la comisaría, tomé el bus para La Paz y gracias a una leve llovizna pude pasar los retenes fronterizos sin mayor problema.
A mi llegada al hostal un mochilero me explicó que era casi imposible que me dejaran entrar (legalmente) a Argentina. Pues no tenía ningún sello de Bolivia y lo más seguro es que tuviese que volver hasta el Perú para reiniciar todos los sellos. Luego, tenía dos posibilidades: O seguía de ilegal en mi viaje hasta Uruguay, ida y regreso.. ó trataba de arreglar mi situación con las autoridades migratorias.
Al principio la última opción sonaba más cómoda y fácil de llevar. Pero a medida que me enfrentaba a la compleja y corrupta estructura burocrática de Bolivia pensé seriamente en la primera posibilidad. Tres días y medio duré en la helida ciudad de La Paz, durmiendo y comiendo mal. Intoxicado por un plato desconocido que quise experimentar. Finalmente, al segundo día en la tarde decidí volver hacia la frontera Perú y empezar de nuevo mi travesía por Bolivia.
Fue una aventura de novela, tuve que burlar tres controles fronterizos y pasar la frontera con Perú sin ser notado. Algo dificil cuando el grueso de la población es totalmente india y no miden más de 1.60m. Finalmente logré sellar salida en Perú y luego entrada a Bolivia. Por poco y me toca que nadar el Titicaca en calzoncillos ;)
Al regreso se nos varó el bus en tremenda llovizna. El frío era aterrador pues justo nos varamos a la altura del Titicaca. Como llegué tan tarde no pude tomar el último bus a la frontera con Argentina. Pero lo bueno es que hoy a la 1pm salgo para Argentina con todos los sellos legales en mi pasaporte.
A veces me agrada pensar que estas cosas solo me pasan a mi ;)
Un abrazo,
felipe.
PD. Bolivia es encantador!!!
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