Diario Mediterraneo 01
Ya han pasado dos semanas desde mi llegada a España, y aunque no ha sido fácil puedo decir que todo ha salido de la mejor manera. La gente aquí es de excelente trato y muy amable, eso hace que la distancia y la ausencia sean más llevaderas.
Hace quince días salí de París hacia España. Al llegar a Barcelona tomé el tren que me llevaba a la estación del metro y de ahí hacia la estación Verdaguer. Al bajar del metro caminé unas cuantas cuadras hasta la estación de una paisana, Alejandra. Ella y su novio (J. Paul) me recibieron en un lindísimo apartamento de estudiantes en un barrio antiguo de la ciudad. Ese mismo día salimos a comer Tapas y Fideuá (no se si se escribe así, pero es una paella donde se utilizan fideos en vez de arroz). A la noche hablé un poco con la compañera de cuarto de Aleja, una polaca que al igual que yo había migrado a España buscando terminar su doctorado. Cambiamos impresiones y a ambos nos sorprendió ver que a pesar de las diferencias... no eramos tan diferentes ;)A la mañana Aleja, su novio y yo desayunamos en un lindísimo café cerca a su piso: Croissant con jugo de naranja... mi estomago pedía recalentado o tamal con chocolate, pero las condiciones geográficas hacian esto algo imposible. Al terminar nos despedimos y yo tomé el tren a Valencia. Al otro lado del pasillo del tren había una típica familia española, primer choque cultural:
-"Y que coño..."
-"Me cago en la..."
etc...
Si yo a los quince años le dijera a mi mama una de esas frases seguro ahora tendría dientes postizos ;)Quitando el soundtrack de madrazos y coñazos que rodeaba la escena, me dedico a mirar el panorama. Es un paisaje seco, típico mediterraneo, donde crecen algunas hierbas pero nunca un prado, donde la tierra (siendo regada y arada) es muy fertil para los cítricos y algunos vegetales. Empiezo a extrañar el verdor y la riqueza de mi tierra... por qué esta gente es más rica que nosotros? es una pregunta que no paro de hacer... no es tan fácil la respuesta.
Otra cosa que extraño mucho es el contacto físico, me he dado cuenta que los colombianos somos muy dados a eso. Acá uno solo se da la mano cuando se conoce (con las mujeres es un besito en cada mejilla) y después de eso, ocasionalmente una palmadita en la espalda. En cambio en Colombia uno se saluda y hasta se abraza cada vez que se encuentra con un amigo. No creería que esto me fuera a hacer tanta falta pero hoy siento que lo extraño más que cualquier otra cosa de mi tierra.
La primera impresión de Valencia fue en la lindísima estación de tren, se hace mi amiga y es dsde ya un puerto de alegres partidas y regresos. Desde ahí he salido a conocer pueblos bellísimos como Puçol, Sagunt ó Benicasel.
La llegada a Valencia fue bastante fácil, los profesores estuvieron muy atentos a lo que yo necesitara y además la ciudad es fácil de manejar. En unos pocos días ya me había convertido en el amo y señor del metro y el tranvía. Los días siguientes fueron de mucho movimiento, de correr por todos lados y al mismo tiempo ir conociendo la ciudad.
Hace unos días conocí a Lorena, paisana Cartagense que a través de engaños fue atraída a este país para trabajar como prostituta. A diferencia de una gran mayoría, esta chica tuvo la suerte de escapar de su proxeneta y ahora tiene una linda niña con un hombre español que le quiere y le respeta. Y hoy justamente conocí a Humberto, paisa de Medellín, que llegó hace 15 días a España. Humberto, conductor de bus, pagó 21 millones de pesos (7 mil euros) en papeleos y pasajes de un prestamo que había sacado para comprar su casa. Todo esto para darse cuenta que el mundo que le esperaba en la vieja europa no era tan bueno, la verdadera propuesta que le había hecho un antiguo amigo del barrio era la de trabajar de Jíbaro en las calles de Madrid. A esto Humberto se negó y logro escapar, hoy se encuentra perdido y desempleado andando los caminos de España buscando un trabajo digno para poder mandar a sus cuatro hijos. Con Humberto compartimos un bocadillo (emparedado) y una cerveza con la promesa de volver a encontrarnos, él con un trabajo y yo con una habitación donde vivir. Y justo después de despedirme de Humberto tomo un teléfono y llamo para ver un piso, llego al lugar y es un apartamento hermoso con una linda vista, acorde a mi presupuesto... solo espero que Humberto haya tenido la misma suerte que yo.
Es difícil partir tan lejos de tu tierra, tus amigos y tu familia. Sé que esto que estoy viviendo es una gran oportunidad y un sueño que había ansiado por mucho tiempo. Pero al mismo tiempo no logro comprender por qué no puedo realizar mis sueños cerca a los mios, por qué mi país no me ofrece oportunidades como a la gente de aquí?
Les quiero y extraño mucho!
5 comentarios:
Meu amigo, você não sabe a alegria q sento.... saber q a vida esta ofreciendo cosas maravillosa a cambio da lejania de nos seres queridos....mais espero q cada dia se adapte mais e mostre a madeira de q você esta feito
Um grande abraço e muita sorte alem disso os exitos llegaran por anhadidura
totin
JP-Brasil
Feli... vijar, sobrevivir y luchar por lo que se quiere lejos del hogar, sitios y personas familiares es toda una experiencia, llena de choques y dificultades... muchisimos sentimientos encontrados... yo se que vas a encontrar la grandeza de la experiencia y el aprendizage que se obtiene viajando asi como yo lo he hecho en New York...
Felipín!
un abrazo muy caluroso desde la lejanía física.
Cada mirada, cada roce cada flor es un aprendizaje nuevo. Pronto aprenderemos junto a tí y de tí de nuevo.
Mi fresita querida
leer sobre tus primeras impresiones me llena de una nostalgia extrana, alegria por vos y tambien muchos pensamientos sobre el por que de nuestras migraciones. Tantas personas nos encontramos en el camino, y la vida que te regala cada conversacion es algo que tendras para siempre. Segui aprendiendo. Segui observando y viviendo. Vas a estar re bien... el resto queda en la memoria que por lo demas forma nuestro presente.
Un abrazote muy caluroso para vos desde Italia, donde me encuentro ya que fallecio mi nonna. Por aca nos tendremos que ver pronto, espero. Te quiero mucho.
Laura
Pipe, es muy bonito saber que tienes ánimo para seguir la vida...
y me encantó leer tus palabras. Sólo deseo decirte que las cosas llegan, casi siempre en su momento, y lo mejor que podemos hacer es aprovecharlas para crecer. Siempre puedes contar conmigo.
Un abrazo,
Efrain
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